Esta ilustración es una reinterpretación psicodélica de “El Loco”, una de las cartas más icónicas del tarot. Aquí los elementos tradicionales aparecen transformados en un estilo vibrante y surrealista:
El caminante (el chango púrpura): Representa al viajero inocente y despreocupado que inicia un camino nuevo. En lugar del humano clásico, se presenta como un mono antropomorfo vestido con shorts amarillos y una camisa con motivos tropicales, sugiriendo frescura, vitalidad y un espíritu juguetón. Su expresión es de alegría y desconexión, evocando la confianza ciega del que se lanza al abismo de la vida.
El bastón y la bolsa: En esta versión, el chango sostiene un largo palo que recuerda al equipaje simbólico del Loco. No carga peso, lo que refuerza la ligereza de espíritu, la despreocupación y la idea de viajar sin ataduras.
La flor blanca: En su mano aparece una flor delicada, símbolo de pureza, inocencia y el goce por la belleza simple de la existencia. Es un recordatorio de que, a pesar de lo estrafalario del viaje, lo esencial se mantiene en lo sencillo.
El perrito: Tradicionalmente, el perro representa el instinto, la lealtad o las advertencias que intentan detener al Loco antes de precipitarse. Aquí lo vemos mordiéndole la sandalia al mono, como si tratara de hacerlo consciente del precipicio que tiene frente a sí. Es la voz del instinto que busca frenar la locura, aunque rara vez logra detenerla.
El precipicio: La cornisa sobre la que camina el viajero muestra el peligro inminente. Representa los riesgos de lanzarse a lo desconocido, la posibilidad de caer, pero también el inicio de un salto de fe hacia un nuevo horizonte.
El sol con un ojo: Este sol sonriente y vigilante, adornado con múltiples ojos, simboliza la conciencia superior, el universo que observa y guía. Es a la vez protector y testigo del camino del Loco, sugiriendo que incluso en el caos hay un orden mayor que todo lo abarca.
Las nubes y las montañas sonrientes: Los paisajes animados evocan un mundo vivo, casi onírico, donde cada elemento participa del viaje. Las montañas sonrientes son la promesa de aventuras y aprendizajes en el trayecto, mientras que las nubes psicodélicas refuerzan la atmósfera de ensueño y expansión de conciencia.
En conjunto, esta carta nos habla de un viaje espiritual y vital lleno de riesgos, inocencia y confianza ciega. El chango es el alma que se atreve a caminar sin miedo, el perrito es el instinto que lo llama a la prudencia, la flor es la pureza que sostiene, y el sol con ojos representa la sabiduría cósmica que lo acompaña.
Artista: Changoloco
El Loco - Tarot
Cuadros impresos en tela con bastidor de madera.