Esta imagen es una reinterpretación psicodélica y tropical de “La Sacerdotisa”, una de las cartas más enigmáticas y espirituales del tarot. En esta versión, los símbolos tradicionales se transforman en un lenguaje visual vibrante que conserva la esencia de la sabiduría, el misterio y la intuición profunda.
 
La figura central (la changa sacerdotisa): Sentada entre dos palmeras, su presencia transmite serenidad y poder interior. Representa el conocimiento oculto, la conexión con el inconsciente y la voz interna que guía desde el silencio. Su rostro tranquilo y sabio, acompañado de una leve sonrisa, revela la calma de quien ha aprendido a observar sin juzgar.
El sombrero ancho y el velo detrás: En lugar del tradicional velo del templo, aquí aparece un sombrero de gran ala y un tapiz colorido con motivos vegetales y cósmicos. Ambos simbolizan el acceso al mundo de lo oculto: la barrera entre el consciente y el inconsciente. El sombrero sugiere protección del exceso de luz racional, preservando la claridad interior.
Las palmeras con letras J y B: Remiten a las columnas de Jachin y Boaz, guardianas del templo de Salomón, símbolos del equilibrio entre opuestos: lo masculino y lo femenino, la luz y la sombra, la acción y la contemplación. La sacerdotisa habita en el punto medio, donde las fuerzas se integran en sabiduría.
El mar de fondo: Representa la profundidad del inconsciente y las aguas de la intuición. El horizonte azul invita a mirar hacia dentro y conectar con los ciclos emocionales.
La túnica turquesa y el manto fluido: El color turquesa une lo espiritual con lo terrenal, evocando calma, compasión y claridad mental. La fluidez del manto simboliza el fluir del conocimiento intuitivo, que no se impone, sino que se revela suavemente.
El objeto luminoso en su regazo: En lugar del libro o el pergamino tradicional, sostiene un círculo dorado con una figura que recuerda a una menorá. Este símbolo representa la luz interior, la sabiduría ancestral y la revelación espiritual que arde sin consumirse.
El crucifijo y el tocado dorado: Combinan elementos de fe universal y consciencia divina. Indican que la verdadera espiritualidad trasciende religiones y se encuentra en el centro del ser.
La media luna a sus pies: Es la intuición pura, la receptividad emocional y el poder femenino que rige los ciclos de la vida.
 
En conjunto, esta carta nos habla de sabiduría interior, intuición, misterio y conexión espiritual. La changa-sacerdotisa encarna la unión entre lo humano y lo divino, lo instintivo y lo sagrado. Sentada entre los velos de la conciencia, nos invita a detenernos, guardar silencio y escuchar la voz que proviene del alma.
 
Artista: Changoloco