CONSCIENCIA / SER
- Elena Mena Cruz
- 7 oct 2015
- 4 Min. de lectura
¿Te has preguntado qué eres? Eres tu Ser y eso es tu conciencia. Eres dador de toda verdad y creador de todas las realidades. Todo intento que hagamos por incrementar al Ser incrementa nuestra conciencia. Lo que define al Ser es esa conciencia que piensa, siente y existe y no la carne que acciona o los pensamientos programados.
El día que fuiste creado y saliste de La Fuente adquiriste una conciencia y se creó un Dios, un Ser que afirma Yo Soy; tenle presente porque cuando desaparece, dejas de existir aunque tu corazón lata, aunque tu cerebro razone. Sé consciente... Sé.
La conciencia es la puerta de entrada a la realidad, creas cuando imaginas. Cuando es impura extingue la Luz y cuando es pura la irradia. Cuando tienes conocimiento de la llama de vida encendida dentro de tu alma, percibes tanto las cualidades naturales de la vida como las sobrenaturales. Lo natural puede adquirir propiedades sobrenaturales o inusuales, en tanto que lo sobrenatural puede parecer natural. La conciencia es un bálsamo que el hombre extiende a sus congéneres para poder construir la nobleza de carácter imitando la del Ser Divino.
Durante mucho tiempo se consideró que la vida psíquica solo tenía lugar en la esfera consciente del hombre y que aquellos procesos que no eran actualizados en la conciencia no existían, es decir, conocernos a nosotros mismos de manera interior, profunda y total. La conciencia y percepción alerta con respecto a nosotros mismos es difícil de definir pero no significa aislamiento o retirarnos del mundo. El conocimiento propio es un proceso, no es un fin en si mismo, y para conocernos debemos estar atentos en la acción, la cual es relación. Uno se descubre a si mismo en la relación, con la sociedad, con la humanidad.
Nos descubrimos viajando hacia adentro de nosotros y no mirando desde afuera. La conciencia nos transforma para poder transformar al mundo. Es la experiencia que nos mantiene atentos al cambio. Siempre eres conducido, cuidado y re dirigido amorosamente, protegido por la vibración que corresponde a tu frecuencia. La conciencia pule y da forma a la esfera que protege la pureza de tu espíritu, según lo vas requiriendo mientras caminas por este mundo y otros.
Se dice que el único medio para expandir la conciencia es la meditación, ya que podemos viajar a niveles mas profundos y sutiles de conciencia para luego ser capaces de conocerlo todo, incluso el pasado y el futuro. En este nivel de conocimiento no solamente podremos residir en el reino humano sino también fuera del cuerpo y visitar otros mundos. Con una conciencia elevada podemos captar la energía y asuntos de otras personas, aunque estas se encuentren lejos. La meditación puede adelantar la evolución de la conciencia, pero se conocen otras formas de expandirnos en conciencia, como la meditación en movimiento, la observación continuada, y la que nos toma mucho mas tiempo en lograrlo que son el tiempo y nuestras propias experiencias, entre otras.

La conciencia es una preciosa función que nos permite "darnos cuenta" y supone una capacidad de libertad interior y la posibilidad de ir mas allá de los pensamientos cotidianos, producto de condicionamientos distorsionados de la conducta y prejuicios aprendidos sin reacciones anormales o perturbadoras, es decir, sin filtros. Una conciencia entrenada, mas a la luz de un verdadero entendimiento con enfoques mas ajustados a los hechos vitales, estará libre de torbellinos de duda y reacción mecánicas. Una conciencia adiestrada se sitúa por encima del apego y de la aversión y percibe desde la ecuanimidad, imparcialmente y con precisión.
La expansión de la conciencia nos vuelve objetivos en los impulsos propios, intenciones, reacciones, emociones y pensamientos y nos otorga un orden interno que nos permite vivir la vida y a uno mismo de una manera diferente.
La conciencia se abre a la comprensión, cabal y "panorámica" y nos da la capacidad de procurar un sentido elevado a la propia existencia. Entender claramente lo que queremos del mundo y de uno mismo y los medios que contamos para ello.
Mantiene al ego en posición de ayuda y no de perjuicio y nos permite unir la vida mística a la vida cotidiana.
La conciencia es Amor y conocimiento y nos permite estar plenamente presentes ante una persona en cualquier acto amoroso. Cuando somos completamente conscientes sabemos que pertenecemos a todo y todo está dentro nuestro ya que nos unifica.
El juicio es un obstáculo de la conciencia porque nos resta sensibilidad, así mismo debemos tener cuidado con las creencias porque son una programación de la mente. Creemos erróneamente que nuestros pensamientos son fruto de nuestra mente, cuando en realidad son producto de nuestra sensación.
Primero sentimos y luego la mente elabora un razonamiento que apoya al sentimiento. La conciencia fortalece y nutre esa experiencia y eleva nuestra vibración.
Ser conscientes supone ser espirituales y no depender de algo o alguien para ser felices, ser sin necesitar, no considerar a nadie de nuestra propiedad, tener sensibilidad y comprensión, entrega sin juicio ni pertenencia y, por supuesto, saber amar incondicionalmente.
Se dice que ser consciente es ser "iluminado" y que ello nos lleva de retorno al origen que nos creó y nos enseñó acerca de la existencia de La Fuente, de la energía convirtiéndonos en UNO con ella. Una vez que el humano contacta con esta energía amplía su conciencia y nunca vuelve a ser el mismo.
La fuerza es inteligencia, permanece alerta, tu herramienta es la Luz de tu conciencia.
Eres tu Ser, eso es tu conciencia.
Elena Mena Cruz Maestra Reiki en las corrientes Japonés y Tibetano Cel: 2222621479 Twitter: @eleniack62
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